Descubriendo el Balonmano Playa: Una Aventura Inesperada

Compartir experiencias aumenta la empatía. Aumenta la conexión y empatía
Compartir experiencias aumenta la conexión y la empatía.

No voy a jugar, nunca he jugado a nada colectivo, no voy a jugar”, repetía la semana pasada cuando me preguntaban si quería participar en un partido de balonmano playa. Mi mente me decía que sería un desastre, que haría el ridículo. ¿Os suena? ¿O solo me pasa a mí?

Este fin de semana, sin embargo, tuve la suerte de jugar. Fui “obligada”, pero bendita obligación, porque no solo me gustó, ¡me encantó! Gracias a mi tocaya Raquel, que me insistió y me puso en esa tesitura, descubrí lo divertido y emocionante que es este deporte. Es rápido, jugamos cerca del mar, con los pies en la arena, ¡maravilloso! Pero lo mejor no fue eso.

Lo mejor fue ver a los chicos animándonos, gritando con alegría y felices de vernos practicando el deporte que tanto les gusta. Ver el orgullo y la alegría en los ojos de tu hijo no tiene precio.

Cuando nuestros hijos son pequeños, sienten una admiración incondicional hacia nosotros, pero con el tiempo, esa admiración puede disminuir. Sin embargo, podemos mantenerla viva participando más en su vida, siendo incentivadores y entendiendo lo que ellos hacen. Este domingo fue el deporte, algo que adoro, pero puede ser en otras cosas: la música, escuchar lo que ellos escuchan. A veces, hasta te pueden sorprender y quizás puedas influir en sus gustos.

Entrar en su vida aumenta la empatía, y sobre todo, el respeto y el orgullo que sienten por nosotros.

Gracias Campinas 360° nas areias por la oportunidad.

Gracias a todos por leerme.

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