La semana pasada, mi marido me comentó que esta semana recibiría el cinturón negro de jiu-jitsu, ese cinturón que cuando empiezas lo ves tan lejos y parece que nunca llega, pero como todo en la vida, con esfuerzo, dedicación y amor al final llega.
Esto me hizo reflexionar mucho sobre la INTENCIÓN, sobre cuál fue la intención de mi marido al querer ser cinturón negro algún día. Sin prisa, él sabía que llegaría, que un día lo lograría. En este camino hubo muchos baches, muchos obstáculos, cirugía de rodillas, dolores en el hombro, más problemas en las rodillas, pero nunca escuché que dijera “voy a desistir del jiu-jitsu”. Ser cinturón negro era su intención, una intención que lo guiaba, pero no lo ataba a un camino inflexible, sino que le servía para no perderse, para establecer prioridades, para mantenerse entusiasmado. Y claro, no solo de intención vive el hombre; también hay pasión, disciplina, respeto, ganas de aprender y de enseñar a otros.
Hoy has llegado al punto donde querías llegar. Puede que ese camino haya sido un poco más largo de lo habitual, pero el destino es el mismo, el valor es el mismo o mayor porque tuviste que superar muchos altibajos. Pero aquí lo tienes, cinturón negro de jiu-jitsu.



Ahora te esperan otros desafíos. Hay que renovar la intención: la intención de ser un ejemplo como cinturón negro, de ser un buen profesor para los que llegan, de ser un ejemplo dentro y fuera del tatami, la intención de ser feliz practicando el deporte que amas.
Tu conquista me ha hecho reflexionar toda la semana sobre las intenciones, sobre su significado en la psicología positiva. El jiu-jitsu tiene un significado profundo para ti; no es solo un deporte, sino porque es una manera de cambiar la vida de las personas.



Y termino con un toque de psicología positiva: Para mi es imposible no notar que el jiu-jitsu completa los cinco pilares del bienestar de Seligman. Te ofrece emociones positivas, entras en flow, te brinda relaciones positivas, significado, como he mencionado, y conquistas (como la que has logrado). Y esto es lo que nos hace feliz.
Entonces vamos a celebrar todas las pequeñas y grandes conquistas, vamos a valorarlas y saborearlas cuando nos lleguen pero sin dejar de disfrutar del camino, y teniendo en cuenta que tenemos nuestra intención para guiarnos.
Felicidades y que sepas que te quiero.