Mi mente también se distrae cuando medito.

Meditar no es dejar la mente en blanco es notar cuando nuestra mente se distrae.
Meditar no es dejar la mente en blanco es notar cuando nuestra mente se distrae.

Semana pasada, hablando con una alumna, comparábamos la meditación con rezar el Rosario. Ambos son momentos dedicados a prestar atención intencionadamente, y cuando la mente se distrae, uno vuelve a centrarse en la oración o la meditación. Ella mencionó que, a menudo, su mente se desviaba y, cuando se daba cuenta, se encontraba mentalmente en la playa, cuidando de su nieto o resolviendo problemas cotidianos.

Es natural que la mente busque cosas más entretenidas e interesantes que la respiración, una mano o un pie. Eso es totalmente normal; es lo que la mente hace: buscar desafíos, resolver problemas, viajar al pasado o al futuro.

Realmente, el mindfulness consiste en darnos cuenta de cuándo nuestra mente se ha ido, y con cariño y gentileza, volver a nuestro objeto de atención. Y SÍ, esto nos sucederá muchas, muchas, muchas veces, y esa será la práctica: darnos cuenta de que nuestra mente se ha desviado y regresar al objeto de atención.

Con el tiempo y la práctica, notaremos más rápidamente cuando nuestra mente se haya desviado. No hay una práctica correcta o incorrecta, solo existe nuestra práctica personal. Lo importante es la constancia en la práctica, como en todo en la vida.

Cada vez que notamos que nuestra mente se ha desviado y la traemos de vuelta, estamos fortaleciendo nuestra capacidad de atención y nuestra habilidad para estar presentes. Es un proceso continuo, y cada momento de atención cuenta. La meditación no es acerca de vaciar la mente, sino de reconocer cuando nos hemos desviado y regresar con amabilidad a nuestro punto de enfoque.

La constancia en la práctica es clave. Al igual que con cualquier habilidad, cuanto más practicamos, más mejoramos. No se trata de juzgarnos a nosotros mismos por distraernos, sino de celebrar cada vez que nos damos cuenta y volvemos al presente.

Así que, cuando medites y notes que tu mente se ha ido de paseo, recíbela con cariño y vuelve a tu objeto de atención. Ese simple acto es la esencia del mindfulness y el corazón de la meditación.

Comparte el post:

Otras Publicaciones

plugins premium WordPress