La aceptación es una parte fundamental del mindfulness. En lugar de resistir o luchar contra nuestras experiencias internas, aprendemos a observarlas y aceptarlas tal como son. Esto no significa que aprobemos todo lo que sentimos o pensamos, sino que reconocemos su existencia sin juzgar, lo que nos permite vivir con más paz y claridad.
Meditación de Observación Sin Juicios
- Encuentra un lugar tranquilo: Siéntate en una posición cómoda. Puedes estar en una silla, en el suelo con las piernas cruzadas, o incluso acostado. Lo importante es que te sientas a gusto y puedas mantener la postura sin esfuerzo.
- Cierra los ojos y respira profundamente: Toma algunas respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Luego, permite que tu respiración encuentre su ritmo natural.
- Observa tu respiración: Lleva tu atención a tu respiración. Observa cómo el aire entra y sale de tu cuerpo. Siente el movimiento de tu abdomen o tu pecho con cada respiración. No trates de cambiar nada, solo observa.
- Reconoce tus pensamientos y emociones: A medida que te concentras en tu respiración, es normal que surjan pensamientos y emociones. Cuando esto ocurra, simplemente obsérvalos sin juzgar. Nota si son pensamientos agradables, desagradables o neutros, y luego vuelve suavemente tu atención a tu respiración.
- Practica la aceptación: Si surge algún pensamiento o emoción difícil, en lugar de resistirlo, intenta aceptarlo. Puedes decirte a ti mismo frases como “Está bien sentir esto” o “Puedo permitir que este pensamiento/emoción esté aquí”. Recuerda que aceptación no significa que te guste la situación, sino que reconoces su presencia sin luchar contra ella.
- Regresa suavemente: Después de unos 10-15 minutos, comienza a mover lentamente los dedos de las manos y los pies. Abre los ojos suavemente y tómate un momento para notar cómo te sientes antes de continuar con tu día.
Ejemplo Práctico
Imagina que tienes una presentación importante en el trabajo y sientes mucha ansiedad. En lugar de tratar de ignorar o luchar contra la ansiedad, practicas mindfulness. Te sientas, respiras profundamente y observas tu ansiedad sin juzgarla. Aceptas su presencia y te dices a ti mismo: “Está bien sentirme ansioso en esta situación”. Esto te ayuda a reducir la resistencia interna y a afrontar la presentación con más calma y claridad.
Claro que esto no es fácil, y quizás lo veas como algo imposible, pero sigue intentándolo, como se dice, Roma no se construyo en un día.
Consejos Adicionales
- Regularidad: Intenta practicar esta meditación diariamente, aunque sea por unos pocos minutos. La consistencia es clave para desarrollar la aceptación.
- Journaling: Después de tu meditación, puedes llevar un diario donde anotes tus experiencias y cualquier cosa que hayas notado sobre tus pensamientos y emociones.
- Amabilidad: Practica la auto-compasión. Aceptar no siempre es fácil, y es importante ser amable contigo mismo en el proceso.
Reflexión Final
La aceptación nos permite vivir más plenamente, sin la carga de la resistencia interna. Te invito a practicar esta meditación y a compartir tus experiencias. ¿Cómo ha cambiado tu perspectiva y tus emociones al practicar la aceptación?