A veces, sentimos la necesidad de un cambio en nuestra vida, pero creemos que debe ser algo grande y revolucionario para tener impacto. Sin embargo, muchas veces, un pequeño cambio puede desencadenar una serie de transformaciones positivas. Nos pasa a menudo que queremos cambiar muchas cosas a la vez, y esa carga resulta insostenible, lo que nos lleva a desistir porque no podemos abarcar todo. Pero, ¿y si empezamos con algo pequeño y dejamos que ese cambio crezca dentro de nosotros?
Voy a compartir un ejemplo. Soy fan del Barça desde siempre, y en un partido reciente, no recuerdo exactamente contra quién, la primera parte fue somnolienta: el equipo no llegaba, la pelota no corría, parecía que no tenían energía. Pero en la segunda parte, todo cambió. El partido se volvió dinámico y emocionante, presionaban mejor, defendían con más intensidad, y aunque el equipo seguía siendo prácticamente el mismo, hubo un cambio clave: Dani Olmo. Su entrada al campo trajo una energía que contagió a todos, y de repente, el Barça jugaba con más ritmo, más intensidad; la pelota fluía, y cada jugador parecía mejorar.
Nosotros no somos un equipo de fútbol, pero podemos inspirarnos en este ejemplo. Podemos comenzar cambiando pequeñas cosas en nuestra vida que, poco a poco, desencadenen otras mejoras. Cada uno sabe qué aspecto puede cambiar. Como recomienda el Dr. Arthur Guerra, en su libro “você aguanta a ser feliz” el deporte es una excelente puerta de entrada a una vida mejor. No importa cuál elijas—puede ser correr, nadar, o cualquier otro de los miles de deportes disponibles. Lo importante es que encuentres el tuyo y observes los cambios que genera en tu vida. Tal vez, al tener que despertarte temprano, elijas quedarte en casa viendo una película con tu familia en lugar de salir de fiesta, o descubras la paz de un paseo en bicicleta por la naturaleza.
Pero los cambios no tienen que ser siempre relacionados con el deporte (aunque yo creo que todo el mundo debe hacer deporte) tambien puedes ofrecerte otros pequeños cambios como empezar a leer un libro antes de dormir en lugar de revisar tus redes sociales, regalándote un tiempo de calidad para ti mismo, medita, hacer yoga..
El cambio no siempre tiene que ser drástico; puede ser sutil y transformador, como lo fue la entrada de Dani Olmo en ese partido del Barça. Empieza por algo pequeño y deja que crezca. A veces, un simple ajuste puede cambiarlo todo. Encuentra tu pequeño cambio y observa.