El final del año está aquí, y para cada uno de nosotros ha sido distinto. Tal vez haya sido un periodo increíble, lleno de logros, o quizá uno más desafiante, con días complicados. Sea como sea, este ha sido el año que nos ha tocado vivir. Y, con el tiempo, cuando lo recordemos, quizás ni sea tan malo ni tan bueno como lo sentimos ahora. O tal vez lo miremos con nostalgia, como un capítulo más de nuestra historia.
El mindfulness no nos pide que ignoremos el pasado ni que dejemos de planear el futuro. Nos invita a mirar ambas cosas con gentileza, compasión y sin juzgarnos. A evitar esos interminables “¿y si hubiera hecho esto?” o “¿y si no hubiera hecho aquello?”.
El pasado no se puede cambiar, pero sí puede ser un maestro para nuestro presente. Pensamientos como “si hubiera elegido otra carrera” o “si no me hubiera comprado eso” a menudo nos atan al pasado, dejándonos atrapados en un ciclo que nos impide avanzar. Pero lo único que realmente tenemos es este momento: el ahora.
Este instante, mientras lees este texto. Este día, mientras planificas tus vacaciones, disfrutas del mar o caminas por la montaña. El presente es lo único seguro, y merece ser vivido plenamente.
Cuando estamos presentes, las pequeñas cosas se agrandan. Lo que antes parecía insignificante se convierte en un momento extraordinario.
A mí, por ejemplo, me gusta empezar el día con una práctica de meditación y leer un poco. Es mi momento más personal, casi un ritual. Me conecta conmigo misma antes de que el mundo empiece a moverse a toda velocidad. Es un recordatorio de que el presente está lleno de tesoros, si sabemos detenernos a mirar.
- Siéntate en la playa y escucha el sonido del mar.
- Da un paseo con alguien especial, disfrutando del silencio compartido.
- Ríe a carcajadas, de esas que hacen doler el estómago.
- Ama, con todo tu corazón.
La vida no es infinita, aunque a veces nos creamos invencibles. Pero mientras estamos aquí, podemos llenarla de momentos maravillosos. Solo necesitamos estar presentes para percibirlos y disfrutarlos.
Nuestro cerebro tiene una habilidad especial para generar pensamientos destructivos. Pero también tiene la capacidad de traernos al presente, si aprendemos a guiarlo con atención plena.
Que al mirar atrás, recuerdes este 2024 como un año vivido, con todas sus luces y sombras. Y que 2025 te encuentre disfrutando, aprendiendo y, sobre todo, viviendo el ahora.
Porque cada instante es un regalo único, y vivirlo plenamente es el mejor presente que podemos darnos.
Felices fiestas,
Con todo mi cariño,
Raquel
