Más oxitocina, más amor: un propósito para el 2025

Mi personita vitamina.

¿Y si este 2025 nos propusiéramos algo diferente? Algo tan sencillo, pero poderoso, como llenar el mundo de más amor, más empatía y más bienestar. ¿La clave? Una hormona maravillosa llamada oxitocina, capaz de transformar nuestras relaciones y nuestra vida.

¿Qué es la oxitocina?

Estoy leyendo un libro fascinante de Marian Rojas Estapé, – Encuentra tu persona vitamina– donde explica cómo esta sustancia actúa como el motor del afecto, la confianza y los vínculos. La oxitocina, producida en el hipotálamo, es conocida como la hormona del amor porque nos ayuda a conectar con los demás y a sentirnos en paz.

Persona vitamina

En un mundo donde el cortisol —la hormona del estrés— parece llevar la delantera, aumentar nuestros niveles de oxitocina podría ser la respuesta para vivir mejor.

¿Cómo podemos generar más oxitocina?


La buena noticia es que no necesitamos nada complicado. Con pequeñas acciones podemos estimularla de forma natural:

  • Ríe: Comparte una carcajada con amigos y siente cómo todo mejora.
  • Abraza y acaricia: El contacto físico tiene un poder sanador.
  • Conecta con la naturaleza: Un paseo al aire libre o disfrutar de un paisaje bonito.
  • Practica mindfulness: La atención plena nos ayuda a conectar con el presente y con nosotros mismos.
  • Comparte momentos especiales: Hacer el amor, celebrar, o simplemente estar presente con quienes amas.

Cuando producimos oxitocina, no solo nos sentimos mejor, sino que también nos volvemos más empáticos, lo que contribuye a un mundo más amable.

Un instante lleno de oxitocina


Ayer, en el primer día del año, mi marido, mi hijo y yo decidimos salir al parque. Unai mi hijo quería entrenar un poco, y los mi marido y yo nos animamos a acompañarlo. Aunque caían unas pequeñas gotas de lluvia, eso no nos detuvo; al contrario, le añadió un toque especial al momento.

Nos pusimos manos a la obra, ayudándole con su entrenamiento. Nada demasiado intenso, solo un poco de ejercicio ligero que terminó contagiándonos a todos. Entre risas y movimientos, el tiempo pareció detenerse.

En ese instante, bajo el cielo gris y con algunas gotas cayendo, sentí cómo la oxitocina, esa maravillosa hormona, se activaba. Fue un momento de conexión, de bienestar compartido. Me recordó que no hacen falta grandes planes ni escenarios perfectos para sentir felicidad; a veces, basta con estar juntos, presentes y disfrutando del aquí y ahora.

Pero no solo se trata de encontrarlas, también podemos convertirnos en una persona vitamina para los demás. Practicar mindfulness, como suelo mencionar, nos ayuda a ser más conscientes de nuestras emociones y de cómo afectan a quienes nos rodean. Así, nos volvemos más humanos, más empáticos, más capaces de ofrecer una palabra de aliento o pedir perdón cuando es necesario.

Un reto para el 2025


Este año, te invito a hacer algo diferente: sé vitamina para quienes te rodean. Busca maneras de hacer sentir bien a los demás, de sumar momentos felices y de construir un entorno más amoroso. Un pequeño gesto puede ser el inicio de algo grande.

Gracias por acompañarme en este viaje durante el 2024. Espero seguir conectando contigo en este 2025, un año que promete ser mejor si lo vivimos con más amor y más oxitocina.

Me faltan muchas. Pero aquí algunas de mis vitaminas.

Raquel

Practica para empezar el año.

Comparte el post:

Otras Publicaciones

plugins premium WordPress