Cuidarnos: Más allá de lo que se ve en el espejo

La verdadera belleza está en el interior

¿Qué significa realmente cuidarnos? En un mundo donde la belleza ha sido admirada y, muchas veces, recompensada, donde las personas “bonitas” parecen tener ciertas ventajas (aunque esto tiene matices que exploraré más adelante), cuidar de nuestra apariencia ha ganado un protagonismo casi absoluto. Sin embargo, en esta sociedad obsesionada con la eterna juventud, donde incluso los jóvenes buscan ser más jóvenes, ¿nos estamos olvidando de algo esencial?

Cuidarnos no es solo estar delgados, libres de arrugas, bien vestidos y siguiendo las últimas tendencias. Esos son solo fragmentos del cuidado. ¿Qué pasa con lo que hay dentro?

El cuidado interno: Un espejo del alma

Cuidarnos por dentro implica más que comer bien. Significa atender lo que pensamos, lo que sentimos y lo que consumimos: desde las noticias hasta las conversaciones. Aristóteles decía que el alma está dentro de nosotros, y si es así, ¿no deberíamos alimentarla también?

Alguien podría decir: “Yo me cuido por dentro y por fuera, estoy en equilibrio”. Si es tu caso, ¡enhorabuena! Porque eso es lo que deberíamos aspirar a hacer todos: tratarnos como un todo. Pero cuántas veces encontramos personas que solo cuidan su exterior y descuidan su interior, o viceversa.

Cuando descuidamos lo que pensamos, nos hablamos con dureza, sin autocompasión, como si la autocompasión fuera sinónimo de indulgencia o victimismo. Pero no lo es. Es una forma de apoyarnos, como apoyaríamos a un amigo querido.

Además, cuidar lo que consumimos es fundamental. ¿Estamos expuestos a un exceso de noticias negativas? Según Marian Rojas Estapé, esto puede generar picos de cortisol, alterándonos. También debemos evaluar las personas con quienes compartimos nuestra vida: ¿son “vitaminas” que nos nutren o “venenos” que nos drenan? Incluso aquello que parece inofensivo, como mirar cosas bonitas en Instagram, puede generar comparaciones y afectar nuestra autoestima.

Belleza interior y exterior: Un equilibrio necesario

Es cierto que la apariencia tiene impacto. Un estudio señala que las personas atractivas tienen más posibilidades de ser liberadas en juicios. Sin embargo, cuando fallan a las expectativas, la decepción es mayor, y sus castigos suelen ser más severos. Esto refleja cómo confiamos en la belleza, pero también cómo la castigamos cuando nos desilusiona.

Cuidarnos por fuera no está mal. Mirarnos al espejo y sentirnos bien con nuestra apariencia puede ayudarnos a amarnos más. Pero la verdadera belleza no se mide por arrugas o tallas, sino por lo que irradiamos desde dentro. Seguro que has conocido a alguien que, sin ser especialmente atractivo, ilumina una habitación con su confianza y energía.

Cuidarnos es vivir con intención

Envejecer es inevitable. ¿Por qué no hacerlo con arrugas, pero también con un alma joven? Reír, leer cosas que nos hagan bien, rodearnos de personas vitamina, cuidarnos por dentro y por fuera… eso es vivir en equilibrio.

Yo, personalmente, intento cuidar mi cuerpo con ejercicio, comida sana y meditación. Y cuido mi mente limitando las noticias negativas, buscando la risa y viviendo con ligereza. No sé cómo seré físicamente en el futuro, pero espero ser una anciana llena de vida y luz.

Cuidarnos no es solo un acto físico, sino también mental y emocional. Así que ríe, sueña, ama y permítete ser cuidado. Porque solo cuando nos cuidamos desde el interior, podemos brillar de verdad hacia el exterior.

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