La Actitud como Motor de Cambio: Rompiendo la Zona de Confort

La actitud es el motor que nos saca de la zona de confort. A veces, basta con observar y aprender de la naturaleza.

La actitud es la clave que determina cómo vivimos. A veces se le llama “positivismo”, otras veces “locura”, pero sin duda, tener una actitud positiva y valiente puede hacernos vivir más, no sé si mejor, pero sí con más experiencias. La zona de confort es todo aquello que conocemos, donde nos sentimos seguros. Sin embargo, para realmente encontrarnos, muchas veces necesitamos salir de ella.

Pero, ¿qué tiene que ver la zona de confort con la actitud? Todo. Es raro ver a alguien con una actitud negativa y cerrada que quiera moverse de su lugar de control. Las personas con esta actitud suelen ver peligros en cada esquina, lo que las limita y bloquea. No quiero decir que sea fácil salir de nuestra zona de confort, pero tampoco vamos a encontrarnos con los peligros que nuestra mente nos hace creer.

En el protocolo BMT, basado en la neurociencia, nuestra puerta de entrada se basa en tres pilares: coraje, curiosidad y compasión.

Coraje para empezar algo nuevo, para conocer a gente, para exponerte, para no saber nada, para sentirte pequeño otra vez. Es ese coraje necesario para dar el primer paso hacia lo desconocido, para abrir nuevas puertas en tu vida.

Curiosidad para querer saber, para adentrarte en lo desconocido. Mi hijo y yo solíamos seguir a las hormigas en nuestro camino hacia el colegio. Podíamos notar sus patrones y sus trayectorias, algo que se logró gracias a la curiosidad. No solo sirve para aprender, sino también para entender los patrones que rigen nuestras vidas.

Y, por supuesto, compasión. Cada día que entiendo más el verdadero significado de esta palabra, más me gusta. Compasión para cuidarte cuando las cosas no salen como esperas, para aceptarte cuando crees que no vas a poder, para ser amable contigo mismo cuando sientes que no eres suficiente.

Aunque empecé hablando de la actitud, y ahora estoy mencionando las tres C, es cierto que todas se entrelazan. Las tres C son la puerta de entrada para salir de tu zona de confort, pero la actitud es esa música potente que escuchamos en momentos grandiosos. Es el “We Are the Champions” de Queen, es el “Ave María” cuando la novia entra en la iglesia. La actitud es el motor que nos impulsa a seguir adelante, a hacer lo imposible posible.

Hay muchas cosas que no podemos evitar porque no tenemos poder sobre ellas, pero nuestra actitud puede cambiar todo. En mi trabajo con personas, siempre he percibido cómo una sonrisa puede transformar a alguien, cómo un simple “buenos días” con alegría puede iluminar el día de otro. Abrir una puerta sin que te lo pidan, llevar unas compras a un vecino, ayudar a un compañero que parece abatido… Esas pequeñas acciones son la esencia de una actitud positiva.

Las acciones no tienen que ser grandes ni planificadas; muchas veces, son esos pequeños gestos espontáneos los que pueden cambiar el ritmo de tu vida y la de los demás

Como siempre digo, el amor mueve montañas, y hasta el más frío se derrite con un gesto sincero.

Comparte el post:

Otras Publicaciones

plugins premium WordPress