Psicoanálisis y Mindfulness: un viaje inesperado

Sorpresas de la vida.

Ya he terminado mi curso de psicoanálisis, y tengo que admitir que ha sido una verdadera sorpresa. Al principio, pensaba que el psicoanálisis y el mindfulness eran enfoques bastante excluyentes: uno mira hacia el pasado, tratando de desentrañar nuestras historias inconscientes, mientras que el otro nos invita a vivir el presente con aceptación. Parecían mundos distintos. Pero con el tiempo, descubrí que pueden ser complementarios y, en mi caso, su combinación ha sido una pieza clave para comprenderme mejor.

El psicoanálisis nos lleva a cuestionarnos: ¿por qué reaccionamos de cierta manera en determinadas situaciones? ¿Cuáles son los patrones inconscientes que hemos construido a lo largo de nuestra vida? A través de este proceso, podemos descubrir la raíz de muchos de nuestros comportamientos y emociones.

El mindfulness, en cambio, nos ayuda a observar cómo actuamos en el presente sin juicio. Nos invita a notar nuestras emociones y pensamientos en tiempo real, a regular nuestra respuesta ante lo que sucede y a cultivar una actitud de aceptación hacia nosotros mismos.

Mi experiencia personal: un nuevo entendimiento

Si pienso en mi propia historia, veo cómo estas dos herramientas han sido fundamentales en mi proceso de crecimiento. Hace muchos años superé la bulimia. Hoy en día, ya no recurro a la comida como un escape ni siento la necesidad de controlar mi cuerpo de manera destructiva. El mindfulness me ha permitido vivir el presente con más consciencia y aceptación, sin caer en los patrones automáticos del pasado.

Pero algo que el psicoanálisis me ha mostrado es que sanar un comportamiento no significa que hayamos comprendido del todo su origen. Puedo decir con seguridad que ya no vomito, pero ¿por qué ocurrió aquello en primer lugar? ¿Qué estaba buscando realmente en ese comportamiento? ¿Cómo se relaciona con mi historia, mi infancia, mis experiencias tempranas?

El psicoanálisis me ha permitido explorar estas preguntas sin prisa, comprendiendo que nuestras respuestas automáticas tienen una historia, que nuestra relación con el cuerpo, la comida y las emociones están profundamente conectadas con nuestra historia personal. Mientras que el mindfulness me da herramientas para gestionar mi día a día con mayor serenidad, el psicoanálisis me ayuda a ver con claridad las raíces de mis procesos internos.

Complementariedad en el camino del autoconocimiento

Uno de los grandes aprendizajes de esta experiencia es que no hay un único camino hacia el bienestar. Para algunas personas, el mindfulness puede ser suficiente para gestionar sus emociones y encontrar equilibrio. Para otras, el psicoanálisis es clave para desentrañar patrones profundos. Pero cuando los combinamos, obtenemos una visión más completa: podemos entender de dónde venimos y, al mismo tiempo, aprender a vivir el presente de una forma más saludable.

Lejos de ser enfoques excluyentes, psicoanálisis y mindfulness pueden ser aliados poderosos. Juntos nos permiten hacer un viaje completo: comprender el pasado, habitar el presente y construir el futuro con más libertad y consciencia.

¿Habías pensado en esta combinación antes? Me encantaría leerte. 😊

PD: Desde que comencé a estudiar, he notado muchas críticas hacia el psicoanálisis. Se le tilda de pseudociencia, o se lo reduce a teorías como la “envidia del pene”. Es verdad: el psicoanálisis no es una ciencia exacta, pero no podemos olvidar que Freud, su creador, era médico y una figura fundamental en los inicios de la psicología moderna.
En mis estudios, esos estudios de Freud no han sido tan importante como muchos creen. Freud vivió en una sociedad profundamente machista, y muchas de sus ideas reflejan ese contexto. Lo que hoy puede parecernos exagerado o fuera de lugar, en su época era una manera de explicar lo inexplicable desde la mirada de entonces.
No se trata de aceptar todo acríticamente, sino de mirar al psicoanálisis con una perspectiva más amplia, comprendiendo su evolución y el valor que aún puede aportar al autoconocimiento. Porque el psicoanálisis de hoy no es el mismo de hace cien años. Y afortunadamente, tampoco lo somos nosotras.

Comparte el post:

Otras Publicaciones

plugins premium WordPress