Escuchando una charla del Dr. Mario Alonso Puig sobre el poder de las personas extraordinarias, me quedó algo muy claro: ser extraordinario no tiene nada que ver con tener superpoderes. No vuelas, no lees mentes (aunque a veces lo intentes)… y aun así puedes cambiarle el día a alguien. O la vida.
Quizás algunos no vean esa extraordinariedad. Pero otros sí.
Y eso basta.
Voy a contarte la historia de alguien cualquiera. Podrías ser tú. Podría ser yo.
Vamos a llamarla Sara.
Un día, la jefa de Sara la llamó para pedirle un favor:
—Quiero que des una charla al equipo y expliques por qué tus clientes están siempre tan felices contigo —le dijo—. Los más difíciles, los más quejicas… contigo se transforman y te elogian como si fueras la reina del servicio al cliente.
Sara no entendía bien cuál era su magia. Pero escuchando al Dr. Mario, yo lo entendí.
Ella cumple las cuatro premisas que nos convierten en personas extraordinarias:
1️⃣ Hace que los demás se sientan seguros.
Y en un mundo tan incierto, sentirte seguro es casi un lujo emocional.
2️⃣ Hace que los demás se sientan valorados.
Todos alguna vez nos hemos sentido tratados como un número… o peor, como una molestia.
3️⃣ Trata a las personas con dignidad. Siempre.
No importa si es cliente, estudiante, compañero o vecino.
4️⃣ Ve más allá de la apariencia.
No se queda con la etiqueta del “cliente quejica”. Se pregunta:
¿Por qué se queja? ¿Qué le duele? ¿Qué necesita?
Y cuando alguien se siente comprendido y respetado —aunque no puedas resolver todo— aparece un tesoro.
Un elogio, una sonrisa, una relación que se transforma.
Pero claro… vivimos en un mundo de “todo en 30 segundos”, scroll infinito y cero paciencia.
Parar para observar, escuchar y entender… casi parece un acto revolucionario.
Y sin embargo, ahí está el truco:
👉 Si eres de los que paran, miran más al fondo y hacen sentir bien a otros…
tú ya eres una persona extraordinaria.
No necesitas una capa.
Solo corazón, presencia y respeto.
¿Quieres ser extraordinaria?
Empieza por hacer que alguien se sienta un poquito más seguro, más valorado y más digno hoy.
Porque todos podemos ser extraordinarios.
Y este mundo —claramente— lo agradecerá.
Link del video del poder de las personas extraordinarias. No te lo pierdas!!


